Aunque la consideración social de la Urología es la de una especialidad que atiende al sexo masculino, las mujeres también deben acudir al Urólogo.
En primer lugar, las mujeres deben visitar al Urólogo por afecciones de órganos como riñón, uréter, suprarrenal, vejiga y uretra, que son comunes en hombres y mujeres y en segundo lugar por enfermedades que sólo afectan a las mujeres, fundamentalmente el prolapso de órganos pélvicos (caída de la vejiga, del recto o del útero).
Los motivos más frecuentes por los que la mujer acude a un especialista en Urología son: infecciones urinarias (cistitis), incontinencia urinaria y prolapso pélvico.
El dolor pélvico o en la parte inferior del abdomen, es otro motivo frecuente de consulta médica en las mujeres. En este caso se debe visitar también al urólogo ya que puede ser producido por prolapsos pélvicos o por atrapamiento del nervio pudendo.
En todos estos casos el Urólogo es el especialista más adecuado para diagnosticar este tipo de afecciones, ya que se trata de patologías que afectan a órganos del aparato urinario y podrá indicar cual es el tratamiento más indicado para cada caso.
En este caso es muy recomendable consultar al Urólogo para que realice un diagnóstico de forma rápida, ya que en algunos casos el aumento de tamaño del testículo se puede deber a procesos malignos y graves, como tumores.
En otros casos el testículo aumenta por procesos benignos como acúmulo de líquido (hidrocele) o inflamación (orquitis, orqui-epididimitis).
Los problemas de eyaculación precoz son un motivo frecuente de preocupación, sobre todo en hombres jóvenes, ya que al problema físico se suele asociar un cuadro de frustración que empeora el problema.
El Urólogo es el especialista que debe evaluar a cualquier paciente que sufra un problema de eyaculación precoz, para determinar la gravedad del problema y el tratamiento más adecuado en cada caso.
Las causas de eyaculación precoz son variadas, en ocasiones son permanentes y en otros casos, transitorias.
En la actualidad existen múltiples tratamientos farmacológicos que pueden ser empleados solos o combinados y son efectivos en muchos pacientes. En algunos casos, además de los medicamentos es necesario realizar terapia psicológica para resolver el problema.
Debe acudir al Urólogo, ya que es el especialista encargado de determinar cual es la causa de este problema.
El sangrado por la orina se llama hematuria y cuando se produce es necesario determinar si proviene de la próstata, la vejiga o los riñones. También necesitamos saber cuál es la causa del sangrado, que puede ser una infección, un cálculo (piedra), o un tumor.
En ocasiones el sangrado no puede verse y sólo se detecta en un análisis de orina. Se denomina microhematuria y en este caso es necesario ser evaluado igualmente por un Urólogo, ya que las causas pueden ser también infecciones, cálculos y tumores, entre otras.
Para averiguar el origen del sangrado, aparte de una exploración, puede ser necesario realizar alguna prueba complementaria, como urocultivo, citología, ecografía, cistoscopia o TAC.
La prueba de PSA (antígeno prostático específico) es un análisis de sangre que se emplea para realizar el diagnóstico de cáncer de próstata.
El PSA se mide en nanogramos por mililitro (ng/ml) y no existe una cifra de PSA que se pueda considerar normal de forma general, ya que el PSA se relaciona con la edad y el volumen de la próstata, entre otras cosas.
De forma general, se puede decir que antes de los 45 años el PSA debe ser inferior a 1,5. Entre los 45 y los 65, debe ser inferior a 2,5 y a partir de los 65 años, debe ser inferior a 4.
La elevación de PSA no siempre se produce por cáncer de próstata, ya que existen otras enfermedades prostáticas que también elevan el PSA. No obstante, el Urólogo es quien debe determinar por qué se eleva el PSA en cada caso y recomendar una biopsia de próstata si sospecha la presencia de cáncer de próstata.