La cistitis intersticial es una causa importante del denominado síndrome de la vejiga dolorosa. Se trata de una enfermedad de causa desconocida, que provoca una inflamación o irritación de la pared de la vejiga que puede originar cicatrices y rigidez en la vejiga. Provoca dolor al orinar y también en la zona de la pelvis o en la parte inferior del abdomen y necesidad de orinar con frecuencia y urgentemente, a veces, con incontinencia.
La diferencia con una infección urinaria es que no está producida por gérmenes y, por lo tanto, no se trata con antibióticos. La cistitis intersticial suele ser difícil de diagnosticar, ya que, por lo general, antes de diagnosticarla es preciso descartar otras causas de dolor vesical. Es un proceso más común en mujeres después de la menopausia, y ocasiona, con frecuencia, un importante deterioro de la calidad de vida.
La gravedad de los síntomas es diferente en cada paciente, algunas mujeres pueden llegar a tener periodos con menos síntomas, pero es muy poco frecuente la desaparición completa de los mismos.
La cistitis intersticial no tiene un tratamiento específico, así que con el fin de mejorar los síntomas, hay que estudiar el caso concreto de cada paciente y determinar qué tratamiento le funcionará mejor porque, aunque no existe una cura definitiva para la cistitis intersticial, hay tratamientos que pueden lograr una mejoría de los síntomas.
Si tienes dolor crónico de vejiga o urgencia y frecuencia urinaria, acude al Urólogo.