El priapismo es una erección prolongada del pene, normalmente dolorosa y que aparece incluso sin estimulación o deseo sexual. Está causado por un problema de circulación de la sangre ya que se queda bloqueada en el pene.
Se diferencian dos tipos de priapismo:
Si tienes una erección que dura más de cuatro horas, necesitas atención de emergencia porque puede llevar a la fibrosis de los cuerpos cavernosos y a la posterior disfunción eréctil o incluso a necrosis y gangrena.
El tipo más frecuente de priapismo es el de bajo flujo, provocado por inyección de fármacos vasoactivos, empleados para el tratamiento de la disfunción eréctil. El priapismo de alto flujo suele ser secundario a traumatismos genitales. Otras causas de priapismo son el consumo de drogas, fundamentalmente cocaína, marihuana y alcohol, consumo de medicamentos como algunos antihipertensivos, psicofármacos, anticoagulantes, corticoides, etc; alteraciones hematológicas como la anemia drepanocítica, leucemias, trombocitopenia; disfunciones neurológicas como esclerosis múltiple, traumatismos cerebrales…; enfermedades infecciosas; trastornos metabólicos; o tumores malignos que dificultan el drenaje venoso del pene.
Se necesita un tratamiento oportuno para el priapismo con el fin de prevenir el daño tisular que podría causar la incapacidad para lograr o mantener una erección (disfunción eréctil).
El priapismo isquémico se debe tratar lo antes posible. Se suele hacer un drenaje de la sangre del pene y se administran medicamentos, hasta que termine la erección. Además de medicamentos para aliviar el dolor. En caso de que no mejore puede necesitarse cirugía.
El priapismo no isquémico se resuelve espontáneamente en algunas ocasiones, aunque en otras puede necesitar intervenciones quirúrgicas como embolización arterial, entre otras.
Si el priapismo no tiene un manejo médico o quirúrgico adecuado puede llegar a producir daños en los tejidos del pene, en muchos casos, irreversibles y con serias consecuencias.
Acuda siempre al urólogo en caso de dudas.