La cistitis es una infección urinaria causada por bacterias que penetran en la vejiga y se adhieren a las paredes de la parte inferior del tracto urinario. Si se tienen más de tres episodios al año se denomina cistitis de repetición. La bacteria Escherichia coli (E.coli) es la causante de la mayoría de las infecciones urinarias no complicadas (80%), en especial en la mujer. Normalmente, nuestro propio cuerpo es capaz de controlar estas bacterias mediante su excreción por la orina, sin embargo, no siempre es así ya que cuando las bacterias se adhieren a la vejiga, muchas veces se multiplican tan rápido que no se pueden expulsar todas con la orina. En estos casos es cuando se produce una inflamación de la vejiga que se denomina cistitis. Las mujeres tienen una mayor propensión dada su estructura anatómica. Las mujeres tienen una uretra más corta (3-4 cm.) y más próxima al ano, mientras que la uretra de los hombres mide unos 15 cm.
El cuadro clínico de la cistitis es muy variable pero los síntomas más comunes son:
El tratamiento consiste en tomar antibióticos y debe hacerse, si es posible, de forma selectiva, eligiendo el más adecuado para cada bacteria (debe hacerse, por tanto, cultivo de orina y antibiograma).
La aplicación del tratamiento es diferente dependiendo de la edad, localización, tipo de infección, recurrencia etc.
El tratamiento debe ir siempre acompañado de una serie de medidas higiénicas.
Para aliviar las molestias que suelen causar estas infecciones se suele recomendar analgésicos y antiinflamatorios.
No se automedique, ante estos síntomas, acuda siempre a un urólogo.
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