La próstata es un órgano situado por debajo de la vejiga y que en condiciones no patológicas tiene un volumen aproximado de 20 cc. De forma general se puede considerar que los procesos patológicos que afectan a la próstata son de tres tipos: inflamatorios, hipertróficos y tumorales. Estos tres procesos pueden ocurrir de forma aislada o simultáneamente.
La prostatitis es la inflamación de la glándula prostática. Constituye un trastorno muy común del aparato genitourinario, pudiendo afectar a varones de cualquier edad, desde edades muy tempranas hasta la vejez.
En hombres menores de 50 años, la prostatitis es la patología prostática más frecuente y es uno de los motivos más frecuentes de consulta de Urología en hombres de esta edad.
La prostatitis no es precursora de ninguna otra enfermedad prostática, pero, por su frecuencia puede acompañar a cualquier otro padecimiento de la próstata y es frecuente que se desarrolle un episodio de prostatitis en hombres que pueden tener una hipertrofia prostática benigna o un cáncer de próstata.
Dependiendo de su duración podemos clasificarlas en:
Dependiendo de su origen, podemos clasificarlas en:
Los síntomas varían en función del tipo de prostatitis, tanto en su aparición como en su intensidad. Podemos enumerar de forma general y siempre dependerá de cada paciente, la siguiente sintomatología:
El diagnóstico, en la prostatitis aguda es más fácil de efectuar que en el caso de la crónica.
El tratamiento se basa generalmente en la toma de antibióticos y antiinflamatorios, así como cambios en determinados hábitos del estilo de vida.
Es necesario un diagnóstico preciso que permita determinar que se padece una prostatitis y de que tipo de prostatitis se trata.
Ante cualquier duda, acuda siempre al urólogo.