La disfunción eréctil, comúnmente llamada impotencia, se define como la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección lo suficientemente rígida para tener una relación satisfactoria
Se trata de un problema muy frecuente, que aparece globalmente en uno de cada 5 varones mayores de 18 años. El riesgo se incrementa con la edad, y después de los 40 años lo hace de manera exponencial.
En los hombres con disfunción eréctil, determinados síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos factores se incluyen los siguientes
Las principales causas de impotencia son las relacionadas con la enfermedad cardiovascular como la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, el tabaco, el sedentarismo y el sobrepeso.
La disfunción eréctil también aparece por trastornos psicológicos, del sistema nervioso o de los vasos sanguíneos, de una lesión o de los efectos adversos de algunos medicamentos o de una intervención quirúrgica.
A veces, la disfunción eréctil se debe a una combinación de cuestiones físicas y psicológicas. Por ejemplo, una enfermedad física leve que hace que tu respuesta sexual sea más lenta puede generarte ansiedad con respecto a mantener una erección. Esta ansiedad puede provocar o empeorar la disfunción eréctil.
Mantener tu cuerpo sano puede ayudar a prevenir la disfunción eréctil:
Si tienes problemas de erección de forma ocasional, intenta aceptarlos como una parte normal de tu vida sexual. Hablar con tu pareja sexual o terapeuta puede ayudarte a aliviar la ansiedad que puedas sentir al respecto.
Si la disfunción eréctil se convierte en un problema constante habla con tu Urólogo.
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