La próstata es un órgano que sufre con frecuencia enfermedades que requieren una intervención quirúrgica. Las afecciones prostáticas que con más frecuencia requieren un tratamiento quirúrgico son el agrandamiento prostático producido por la hiperplasia beninga de próstata y el cáncer de próstata. Ambos procesos son muy frecuentes ya que la hiperplasia prostática afecta a más del 50% de hombres mayores de 60 años y el cáncer de próstata es el cáncer que con más frecuencia padecen los hombres.
Para tratar estas dos enfermedades prostáticas existe una gran diversidad de intervenciones quirúrgicas y esta cuestión suele generar desconcierto en la población ya que se tiende a comparar los distintos tipos de intervenciones y sus resultados, cuando en realidad cada tipo de intervención de próstata tiene una indicación precisa, que no puede, ni debe ser realizada de otro modo.
Los factores que influyen en la elección de una técnica quirúrgica para operar la próstata son diversos: el tipo de patología (hiperplasia o cáncer), el volumen de la próstata, las enfermedades del paciente (fundamentalmente cardíacas y respiratorias), el peso del paciente y la edad.
Por todos estos motivos, cualquier tipo de intervención no puede ser empleada para cualquier tipo de paciente.
Los tipos de intervenciones de próstata más frecuentemente utilizados son los siguientes:
Se trata de la intervención clásica para tratar la hipertrofia prostática benigna en próstatas de tamaño pequeño y mediano. Se realiza a través de la uretra, de forma endoscópica, y no es necesario realizar ningún corte (incisión) en la parte externa del cuerpo.
El médico usará un dispositivo quirúrgico llamado resectoscopio, para ver y para cortar el tejido del interior de la próstata en pequeñas secciones, porque está bloqueando el flujo de orina. A medida que se cortan las pequeñas secciones de tejido del interior de la próstata, el líquido irrigado las lleva hacia la vejiga. Estas se extraen al final de la operación, mediante un instrumento de aspiración.
Se trata de una intervención realizada a través de la uretra en la que también se emplea un resectoscopio. En esta intervención se realizan, mediante corriente eléctrica mono o bipolar, una o dos incisiones que abren el cuello de la vejiga, ampliando el canal uretral. Este tipo de intervención se emplea para próstatas de muy bajo volumen, que ocasionan una dificultad significativa para el vaciamiento de la vejiga.
La cirugía láser de próstata se realiza también a través de la uretra, como la RTU, la diferencia es la fuente de energía que emplea para operar la próstata. Para su realización se emplea también un resectoscopio, en el cual se introduce una fibra láser.
Existen diversos tipos de láser. El láser verde se utiliza para próstatas de volumen pequeño o mediano y permite realizar una vaporización del tejido prostático, transformándolo en vapor de agua. El láser holmium se emplea habitualmente para próstatas de mayor volumen y permite la enucleación de la próstata, es decir la extirpación en bloque del tejido prostático que posteriormente es triturado mediante otro dispositivo, para su extracción a través de la uretra.
La cirugía transuretral mediante energía láser produce menor sangrado y puede ser una procedimiento adecuado para pacientes con patologías cardiorrespiratorias severas.
La prostatectomía o adenomectomía abierta es la extirpación quirúrgica de la hiperplasia benigna. Se emplea para el tratamiento de las próstatas de gran volumen. Se hace con anestesia general o raquídea y se accede a la próstata mediante una incisión en la parte baja del abdomen, entre el ombligo y el pubis. Este procedimiento requiere una estancia hospitalaria y un período de recuperación más largos. Tras la intervención es necesario llevar una sonda vesical durante una semana aproximadamente.
El REZUM es una técnica indicada para pacientes con hiperplasia benigna de próstata, que se realiza por vía transuretral. Consiste en la inyección de vapor de agua, directamente en el tejido hiperplásico que provoca la obstrucción y los síntomas. Esta inyección de vapor de agua logrará reducir el volumen de la próstata.
De esta forma, se produce una necrosis del tejido prostático que finalmente conduce a la desintegración de la zona hiperplásica de la próstata. El resultado final es un aumento del calibre de la uretra que mejora el flujo y la calidad miccional.
Esta técnica de vapor de agua para la próstata se realiza de forma ambulatoria y bajo sedación profunda. El paciente es dado de alta en unas horas con una sonda vesical durante un periodo de tres-siete días, en función del tamaño de la próstata, los síntomas previos y la mayor o menor extensión de la zona tratada.
Su gran ventaja es que no pone en riesgo ni la continencia urinaria, ni la calidad de las erecciones y mantiene la eyaculación en la mayoría de los pacientes.
El sistema Quirúrgico Da Vinci es el instrumento quirúrgico más sofisticado que existe para la cirugía urológica en general y para la próstata en particular. Es un robot que reproduce de forma precisa, rápida e intuitiva, los movimientos de las manos y los dedos del cirujano. Este robot Da Vinci potencia la capacidad del urólogo para operar con precisión y destreza, reduciendo el temblor y proporcionando una visión excepcionalmente clara de la anatomía del paciente.
El cirujano opera sentado cómodamente en una consola manipulando los mandos del robot y obteniendo una visión tridimensional y magnificada (hasta 10 aumentos) del interior del paciente. El paciente está anestesiado y se le han colocado los puertos de acceso a través de pequeños orificios de 8 mm en la piel, el robot se acopla a estos puertos y se introducen los instrumentos quirúrgicos.
En esta consola es posible además visualizar simultáneamente las pruebas de imagen que se realizaron antes de la cirugía, o la localización de las biopsias que resultaron positivas dentro de la próstata, para ayudar al cirujano a comprender mejor la anatomía de un tumor mientras lo opera.
Este robot Da Vinci se puede emplear tanto para tratar el cáncer de próstata (prostatectomía radical asistida por Robot), como la hiperplasia benigna de próstata (Adenomectomía prostática asistida por Robot).
Cada urólogo le recomendará la técnica más apropiada según su especialidad.
El Doctor Rodríguez es un profesional con dilatada experiencia en todos los tipos de intervenciones de la próstata y en particular con el robot Da Vinci, por vía laparoscópica y mediante el sistema quirúrgico REZUM.