La cirugía del suelo pélvico trata de solucionar los problemas relacionados con la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos (vejiga, recto, útero, cúpula vaginal).
Para la incontinencia urinaria, las cirugías más frecuentes son:
- Cabestrillo suburetral: Es la técnica más empleada para la corrección de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Consiste en la colocación de una malla o cabestrillo por debajo de la uretra mediante una pequeña incisión vaginal (2 cm) y dos púbicas (5 mm). Esta malla le da soporte a la uretra evitando los escapes involuntarios de orina (incontinencia urinaria)
- Cabestrillo suburetral reajustable: Consiste en la colocación de una malla similar a la anterior, aunque incorpora la posibilidad de poder ser reajustada unos días, meses o incluso años después, en el caso de que reaparezcan los escapes de orina producidos por la incontinencia urinaria.
En pacientes con una incontinencia urinaria total y cuando otros procedimientos menos invasivos no han sido fructíferos, existen otras alternativas:
- Esfínter urinario artificial: Consiste en la colocación de un dispositivo alrededor de la uretra que simula la función del esfínter urinario. Este mecanismo es controlado por el paciente, activándolo cuando siente la necesidad de orinar.
Para el prolapso de órganos pélvicos:
- Colposacropexia o promontofijación laparoscópica o asistida por robot Da Vinci: Se recomienda esta cirugía cuando existe un prolapso de uno o varios de los órganos que conforman la pelvis femenina (vejiga, recto, útero o cúpula vaginal). Se realiza por vía laparoscópica o robótica, mediante 4 pequeñas incisiones (5-10 mm) en el abdomen de la paciente y consiste en la colocación de una o dos mallas, que traccionan y elevan el suelo y los órganos de la pelvis. Estas mallas se fijan a un ligamento localizado delante del hueso sacro, evitando que los órganos pélvicos vuelvan a descender.