se sienta en una consola ergonómica y manipula los mandos del robot.
obtiene una visión tridimensional del interior del paciente.
Los 4 brazos robóticos son comandados por el cirujano desde la consola.
La consola permite utilizar un sistema de fluorescencia que ayuda a localizar los vasos sanguíneos, reduciendo el sangrado durante las operaciones. El cirujano opera sentado cómodamente y con una imagen tridimensional y ampliada del interior del cuerpo, utiliza los controles maestros para manejar todos los instrumentos. El sistema recibe las órdenes en tiempo real, reproduce los movimientos de la mano, la muñeca y los dedos del cirujano con total precisión, reduciendo el posible temblor y perfeccionando todos los movimientos del cirujano. La comodidad del cirujano evita la fatiga que se produce en las operaciones que se realizan de pie por ser largas y complicadas. Cuando se anestesia al paciente se colocan los puertos de acceso a través de pequeños orificios de 8mm en la piel, el robot se acopla a esos puertos y se introducen los instrumentos quirúrgicos que obedecen a las manos del cirujano.
visualiza el interior del paciente en 3D, con un aumento de hasta 10 veces, garantizando una claridad y precisión de los detalles como si estuviera dentro.
llega a identificarse con el robot y siente que su capacidad para operar se ha visto aumentada.