4 PASOS PRINCIPALES DE UNA EXPLORACIÓN FÍSICA UROLÓGICA

EXPLORACIÓN FÍSICA RENAL

• El riñón es un órgano inaccesible a la palpación cuando está sano. Sólo con determinadas patologías, se puede explorar el riñón, de forma directa o indirecta.
  • Mediante una palpación abdominal se pueden detectar tumoraciones renales en fase avanzada, que incluso pueden ocasionar dolor y deformidad en el abdomen.
  • También se realiza una puñopercusión renal, que consiste en dar pequeños y suaves golpes con el puño en la región lumbar. Esta técnica de exploración permite detectar procesos inflamatorios, infecciosos y sobre todo obstrucción del riñón (cólico nefrítico).

EXPLORACIÓN FÍSICA VESICAL

• La vejiga, por su localización en la pelvis ósea, ni se ve, ni se palpa, ni se percute. Sólo cuando el paciente presenta retención de orina completa, que se denomina globo vesical, es cuando se detecta con la palpación, que suele ser dolorosa.

EXPLORACIÓN FÍSICA RECTAL

• Con el tacto rectal el urólogo explorará el tamaño de la próstata y determinará si existe sospecha de cáncer de próstata, al detectar la presencia de nódulos, áreas de consistencia dura, pérdida de la normal delimitación de la próstata u otras anomalías. El tacto rectal permitirá, por lo tanto, detectar patologías prostáticas como cáncer de próstata, prostatitis e hiperplasia benigna de próstata y otras patologías no prostáticas, como alteraciones del ano y de la porción final del recto.

EXPLORACIÓN FÍSICA DE LOS GENITALES Y DE LA INGLE

• La exploración de la ingle permite detectar hernias inguinales y procesos del cordón espermático, sobre todo quistes. La exploración del escroto, tanto visual como manual, permite detectar procesos cutáneos, procesos infecciosos o inflamatorios, hidroceles, quistes del epidídimo, varicoceles, torsiones de testículo y procesos tumorales del testículo.
• El examen físico del pene permite detectar:
  • Fimosis: estrechez de la piel del prepucio, congénita o adquirida, que dificulta o impide retraer la piel y descubrir el glande.
  • Hipospadias: cuando la apertura de la uretra no está en la punta del pene.
  • Enfermedad de Peyronie: consiste en tejido cicatrizal fibroso que se forma en el pene y causa erecciones curvas y dolorosas.
  • Priapismo: erección prolongada del pene.
  • Lesiones infecciosas: por bacterias, hongos o virus, sobre todo de la región del glande o prepucio.
  • Lesiones dermatológicas inflamatorias: liquen, eczema, etc.
  • Tumores de pene: que suelen afectar al glande y prepucio.

Con cualquier duda, consulte en Coruña o Ferrol al urólogo Dr. Rodríguez Alonso