La autoexploración permite detectar precozmente posibles cambios en la morfología o la consistencia de los testículos. Esto es importante ya que la mayoría de los procesos testiculares ocasionan alteraciones palpables. El pronóstico de la mayoría de las enfermedades testiculares graves mejora sustancialmente si se diagnostican precozmente.
Es un procedimiento sencillo con el que simplemente necesitarás tus propias manos y con el que se pueden detectar precozmente afecciones como el cáncer de testículo o el varicocele (dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos).
El momento ideal para realizar la autoexploración testicular es después de la ducha o un baño caliente, ya que el tejido que rodea el testículo está relajado y permite identificar estructuras anómalas.
En la mayoría de las ocasiones, el hallazgo de anomalías no suele ocasionar graves consecuencias, pero es conveniente la prevención y el diagnóstico precoz.
La exploración no debe doler y no se deben notar nódulos.
Es recomendable realizar la autoexploración, por lo menos, una vez al mes, porque se trata de unos órganos accesibles, cuyas anomalías pueden ser interpretadas fácilmente.
Consulte siempre al urólogo en caso de dolor en la palpación testicular, bultos en el testículo, aumento del tamaño del testículo, sensación de pesadez en el testículo.
Cualquier hallazgo anómalo deberá consultarse con el urólogo, aunque se dude. La detección precoz es vital para la curación, sobre todo, en el caso de cáncer de testículo.