Siempre es más importante el cirujano que el Robot. El Robot da Vinci no opera de forma autónoma, es una herramienta excelente, pero tiene que ser manejado por un cirujano experimentado porque el robot jamás hará un movimiento que no realice el médico. Una tecnología excelente manejada por un cirujano sin experiencia puede traer complicaciones.
La cirugía robótica en urología es una técnica segura, aprobada y contrastada, no es experimental.
El Robot da Vinci aporta una gran cantidad de ventajas al cirujano, como son una mejor visión del campo quirúrgico, mejor maniobrabilidad, mayor precisión porque elimina los posibles temblores del cirujano y mayor ergonomía que permite más comodidad y concentración del cirujano en operaciones largas. Estas ventajas para el cirujano redundan en una mejor calidad de la cirugía y por lo tanto en importantes beneficios para el paciente, ya que se pueden operar con precisión y delicadeza zonas de difícil acceso como son la próstata, la vejiga o el riñón. Esta precisión reduce el sangrado; reduce los efectos secundarios como la incontinencia urinaria e impotencia en operaciones de próstata y permite un posoperatorio mejor y una reincorporación más rápida a la vida cotidiana del paciente.
Una operación de próstata con el Robot da Vinci dura aproximadamente 2 horas y media.
Hay muy pocas probabilidades de que ocurra esto, pero si ocurriese se completaría la operación mediante cirugía laparoscópica sin necesidad de abrir el abdomen del paciente. Por esta razón es importante que el cirujano sea experto en cirugía laparoscópica y cirugía robótica.